A veces me vienes como un recuerdo, a decir verdad casi siempre...
cuando cierro mis ojos te me apareces, tu rostro tan perfecto
te echo de menos, si, si lo hago, en esos silencios tan largos
es imposible no pensarte, no imaginar las veces que
esos silencios se convertían en risas, en carcajadas,
en dulces palabras de amor, en guerras de celos,
y en excitantes gemidos que erizaban por completo mi piel.
Con frecuencia pienso en ti, no es que quiera que vuelvas,
aunque la verdad me muero de ganas de que estés aquí,
he pensado tanto en todo el tiempo malgastado,
una gran parte se la hemos dedicado a darle vueltas
y vueltas a algo que sabemos no tiene solución.
Existe un sentimiento ¿Amor? ¿Cariño? ahora no se como llamarlo
se que es mas profundo que todo eso,
nos mantiene unidos
nos mantiene pendientes de los dos, necesitándonos,
deseándonos aún más de aquella noche, aun más que mañana.
Y si te echo de menos, aunque no me gusta sentirlo, pero lo siento
te siento tan dentro, que creo que estas dentro de mi,
que te has propuesto quedarte a vivir dentro de mi,
y estas tan cómoda que no
quieres irte,
y no te vas ¿Y que hago?
Tendré que aprender
a vivir contigo dentro de mi, con esa sensación
de tenerte sin tocarte, tendré que acostumbrarme a ti,
dentro de mi, porque no
quieres irte,
no te vas y yo, realmente, no quiero que te vayas...
aunque de vez en cuando, llega un dolor tan absolutamente nuestro
que pienso que lo poco que conservaba de mi cordura se ha ido,
tan lejos como mi medio corazón.
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