Memorias de canciones sin fin.

“… esa luz que había en tus ojos, mi rincón para soñar, es el único lugar en donde puedo descansar… ilumina mis sentidos hasta que pueda escuchar, el suspiro de tu aliento que me hace resucitar, dime algo hermoso que pueda calmar la sed de tu palabra en mi corazón; enamórame. Quiero mirarte, hasta que llenes éste vacío, déjame amarte quiero adorarte hasta saciarme… mírame;  que quiero llegar al mismo cielo cuando me miras puedo sentir que otra puedo ¡¡vivir!!!

Y no voy a cambiar ¿te das cuenta de eso? Sigo teniendo esa costumbre de dañar a quién más me amo, de lastimar e ignorar a quien por años me hizo feliz, sigo padeciendo mi problema, mi egoísmo, puede ser que en tantos años le haya tenido miedo a que me quisieras o no a mí, no a esas miles de caras que te puse sino a lo que había detrás de un cuerpo marcado o una cara de galán; tal vez nunca aprendí a amar o simplemente soy un maldito cabrón que no sabe valorar el verdadero amor. Jodo todo y después me arrepiento es en vano el arrepentimiento cuando el daño está hecho, lamento tanto no poder devolver todo lo bueno que perdiste o lo malo que ganaste; siento mucho tú tiempo perdido, tus noches de desvelo, tu energía gastado en pleitos inventados, tu angustia en accidentes ficticios, tu preocupación en historias irreales y aunque intente liberarme de éste peso que es la culpa, al menos por hoy no me dejará dormir.

“… ¿te acuerdas de mí? Soy el mismo cachetón de siempre; con un conato de panza que me está haciendo lucir como luce una soga cuando en medio tiene un nudo… El pelo un poco más corto y una tos de cigarro que me despierta en las noches; vivo en el mismo lugar calle “mártires” 30… El mismo lunar, en el sitio donde tú ya conoces voy al mismo bar para ver si asesino mis culpas y entre una nueva cana y el deseo de encontrarte me gasto la vida! Pero te extraño a rabiar al extremo de que nuestra “cama” no la he vuelto a usar. Soy el mismo de ayer aunque ya no respondo como antes me tendrías que ver… ¿Te acuerdas de mí? “

“… se desnudó completa pa’ quererme y perdió su libertad pa’ estar conmigo... ella; me quiere como no me quiero yo, ella me cuida como no me cuido yo, el cielo a mi favor se equivocó. Tengo claro que no me merezco, el milagro del permiso de su boca, es tan poca cosa la que ofrezco, el cielo a mi favor hoy se equivoca…”

Y ésta noche pido por ti, por tú paz, tu tranquilidad emocional, por tú vida, por tus vidas, por esos ojos que te miran cansada y llorosa, por esos brazos que te abrazan deseando que estés bien, por esa vida incierta que va perdiendo el rumbo. Pido porque la tranquilidad llegue y se instale en tú vida como inquilino sin pagar renta, pido porque sanen las heridas, porque vivas fuerte para todo lo que se te pueda venir.

“… en ésta no, no me toca ser el que te amé, ni nos toca ser juntos la cama ni dar cuerda a éste reloj, en ésta no; no coinciden nuestros universos ni podemos escribir un verso que describa nuestro amor. En ésta no… nuestra historia nunca comenzó. Tal vez en otra vida beba de tu boca todas esas ansias, tal vez en otra vida  éste amor distante acorte las distancias; tal vez en otra vida se nos dé la luz tal vez en otra vida seas primero tú  en ésta vida no…”

Se me fue mi vida, ya no hay más mensajes en el celular, ya no hay sonrisas sorpresivas... Se fue mi vida contigo, se congelo, no tengo nada después de ti, una foto? De que me sirve una foto? Yo te quiero ahí, tras ese celular conectada a mí,  a mi corazón; a mi pensamiento creando esa conexión mágica, no quiero una maldita foto, quiero mi vida contigo, esa que teníamos de risas, de corajes, de peleas, de amor.

“… quisiera remediarlo todo con algún te amo pero no será, será que mi culpabilidad y mis malos tratos también se cansaron de hacerme creer que tenía razón, cuando te partía en dos el corazón… como remediar esta situación si perdí la cuenta de todas las veces que te pedí perdón. Perdóname; te doy de garantía mi vida pero tienes que creer que estoy ha sido un error que quiero cambiar lo juro por tu amor, que yo nunca me sentí tan peor, como ahora que siento que ya te perdí… te pido perdón, perdón sin exceso te hice llorar, perdón sin exceso te hice sufrir, perdón si el dolor te lo eche de cobija, ponte en mi lugar ponte así de prisa… por que los segundos avanzan y en forma de burla murmuran que el tiempo se acaba, que el tiempo se agota….”

Eso de pedir perdón cansa tienes razón, pero tengo que hacerlo tengo miedo mucho miedo; a la vida, al destino a que me lo cobre de la peor manera. Tengo miedo al karma a esa mano poderosa y divina que coloca a cada quien en su lugar y temo del lugar que me corresponda; ésta culpa no me la quitará nadie; tengo miedo a escribirte a preguntar cómo estás y que tú respuesta sea un -Estoy mal y es por tú culpa. Qué si soy cobarde? Y claro que lo soy, le temo a la vida, a no saber vivir después de todo, si mi vida era solitaria lo es aún más sin ti; ésta noche como todas las noches te hablo e imagino que me respondes, te pido perdón y me desarmo ante ti, de cuerpo y alma. Me arrepiento y te repito una y mil veces que no quería lastimarte y tú me respondes con un -Sin querer lo hiciste y no solo lastimarme; me destruiste 11 años de mi vida.

“… sabíamos el popurrí del kamasutra, intentábamos de todo sin preguntas y te mentía con toda honestidad, no había reloj ni presupuesto, la piel lo que traíamos puesto y nos bastaba.

Cavernícolas, eso fuimos sin patria sin futuro sin hogar, éramos dos y nos bastaba bien sabe dios que nos gustaba vivir así… jugando diariamente a improvisar, no tenía nombre ni apellido, quien sabe si era permitido vivir así. Jamás hablamos del futuro, solo el presente era seguro, el resto no…” Cavernícolas; eso fuimos. Fiebre de cinco minutos, relatos de una hora, jadeos constantes, gemidos fuertes. Un rincón, tú y yo nos bastaba. Eso fuimos… y quien sabe dios si nos gustaba vivir así…

Ahora comprendo que no habrá lugar para amar a otra persona en mi vida, si nunca aprendí a amar, ni amarme a mí mismo. Se me acabó el presupuesto de ésta vida contigo, se murió el actor principal, no hubo lugar para actores secundarios; me perdí en una vida ajena, en un cuerpo ajeno, en historias ajenas. No existe ilusión alguna, gaste los cartuchos posibles, el calibre 40 se me extravió, lo perdí en el transcurso de una mentira a otra, en la creación de historias nuevas y es que no hay principio ni final para algo que empezó tan grande y termino tan siendo nada. Te me perdiste, me convertí en mí mismo y te sentí diferente, se me fue el buen trato, el romanticismo, el cariño, el amor… me congelé; me pasme, estúpidamente me pinté frío, insensible, sin sentimientos… extrañé el “que guapo que te ves…” “pero que buen cuerpo…”; me tuve que conformar con un “… que lindo cachetón”. Me perdí, ese hombre cariñoso dudo mucho que haya existido o al menos ésta noche estoy muy lejos de serlo, ese hombre enamorado, ilusionado no sé dónde quedó, me metí en una vida que no era mía y se me fue gran parte de mi quizá con todo eso mi corazón, mis sentimientos.

“… espero no volverte a defraudar, no correr tras de ti. Espero que mi piel no te empiece a extrañar; espero que mis ojos no te empiecen a llorar… espero estar haciendo lo correcto, espero no fallar en el intento… espero que un año se pase volando, espero no empiece a extrañarte tanto; espero que no me vuelva un ciego y que pueda mirar la amarga realidad espero que mis labios no te nombren a diario…”

Mi calibre 40 que buenos momentos me regalaste, los voy a recordar por gran parte de mi vida y serás ese sueño que jamás en la vida podré alcanzar. Que paz y tranquilidad me regalaste, esa guía de luz que perseguir, ese camino correcto a probar un cachito de felicidad me quedaría sin palabras si tratar de describir todo cuanto me hiciste sentir y todo cuanto cambiaste mis días. Lo mejor de mi vida sin duda y sin pensarlo has sido tú. Gracias, por darme cavidad en tu vida, por darme alojamiento en ese corazón, gracias por hacer mis días felices y perdón por hacer de éstos últimos días los peores de tú vida. Tú vida siguió y seguirá, como siempre con tus motores, con tus ansias de encontrar la felicidad de que el destino ponga algo de buena fe y te lleve a mejores lugares, mejores personas y sobre todo a una mejor vida, calmada, pausada para disfrutar de tanto que te has privado. Mi calibre 40 guerrera como pocas, te voy a extrañar, te voy a pensar día y noche tal vez más en la noche cuando todo esté en calma y sienta que en el lado izquierdo me hace falta algo, cuando el palpitar de mi corazón corra sin sentido alguno, te extrañaré y anhelare un instante contigo, cinco minutos de conversación, media hora de pasión y horas de desvelo, si claro voy a extrañarte hoy, mañana y siempre por el resto de mi vida

“…Dejaré mi corazón en la puerta, no diré una palabra, ya las he dicho todas, tú lo sabes. Así que ¿por qué no simplemente fingimos? como si no tuviéramos miedo de lo que viene después, a que no nos quede nada. Si esta es mi última noche contigo, abrázame como si fuera el final; dame un recuerdo que pueda usar, tómame de la mano mientras hacemos lo que hacen los amantes, es importante cómo termina esto, porque, ¿y si nunca volvemos a amar? Deja que esto sea nuestra lección de amor, deja que esta sea la forma en que nos recordemos… “

No me enojo si algún día a una llamada mía no respondes, no me enojo si me olvidas, después de todo quizá sea la mejor opción y aunque todo te parezca una exageración yo no lo siento así; llevo conmigo una gran culpa y enorme problema que no me animo afrontar.

“…Prometí quererte para siempre y era cierto no había dudas en mi mente si el destino tuvo planes diferentes y te herí por accidente perdón. Si te aleje de mí, si te falle y me fui fue porque mis mentiras me daban miedo, tú me creíste y yo me volví tan bueno... fingiendo. No espero amor ni odio ya tengo bastante con mi dolor maldigo el episodio lo peor es que yo fui quien lo escribió me esperan los demonios que deja tu olvido que juegan conmigo ya sé que es cobarde pedirte en una canción… perdón”